miércoles, 29 de agosto de 2007

Vomitarte
significa morir.
Un llanto de lobo me acompaña
Un canto de Rómulo estéril.
Me abandonas
y te llevas mis ojos
cuarteados
cansados.
Me dejas un fin de mes
y el deseo furtivo
de golpearte.


martes, 28 de agosto de 2007

Compra
compra
compra
compra
Compra todo
Tiempo perdido
Silencio
Huellas en vano
y
luego
vende
tu alma
al
primer
mendigo
que pida sobras.





Simple aire:

quédate en nosotros para siempre
esfuma de su cabeza
la idea de olvidarme
y de la mía,
el asesinarte.







Bienvenido al club de los no estimulados



"El niño estimulado es alegre, seguro y aprende a relacionarse con el mundo y las personas"
No me sentí menos ni aludida al verme sola en una carpeta del aula de 3er grado. Siempre me agradó estar sola y pensar... delicioso. No me sentí mal, hasta que me convencieron de lo aburrido y patético de la soledad, entonces recorde dentro de mi niñez una niñez más lejana y profunda, una tristemente avejentada en mi casa, con la tele y ticoticos. ¿Será por eso? Lo que me consuela es no ser la única. Aunque no conozco a nadie tan aburrido como yo, pienso que deben existir más casos de resentimiento infantil.
¡Existen tantos mundos y tantas ganas de explorarlos!
Únanse a la causa, devastemos a los causantes de tanta soledad. O perdonemos talvez. Yo me honraré a mi misma como creadora absoluta de mis pasos. Y no cambiaré.

miércoles, 22 de agosto de 2007

When you're gone


Me duele el brazo pero aun así te escribo, y mis letras valen un minuto más, pienso yo. Me duele el brazo y quien sabe qué más; pero no importa... se respira azufre-angustia en el lodo verde, en la inquieta basura invisible...Un átomo más se inclina a saludarte y solo río callada en el bus, en aquel viaje tan favorito y cotidiano, porque me hace pensar, porque pegada a la ventana puedo compartirme en otras realidades y cualquiera de ellas, cercana a ti.

Mi hermana gemela idéntica y con las mismas huellas digitales, pero perversa, se burla del silencio que he nombrado nuestro aunque invisible, porque los silencios siempre gritan con burla o lamento, pero este silencio calla con ceremonia y libertad, se le esboza en las mejillas un susurro de intriga que me fascina... quiero creer en él y eso me alivia el malestar...

Y ella, mi hermana, me encierra en círculos intranquilos, me regala calabozos de concreto... Comprendo su maldad pero deseo su destierro... brindo por ella en su país, lejos del sitio en la ventana, viajando y pensando...

Lejos
Lejos
Lejos
Lejos
.
.
.
Y cerca.... baila la carretera su cascanueces mortal... por tu aplauso al mediodía...

jueves, 16 de agosto de 2007

Eres mi número favorito
capicua, abstracto, impar
con tus dedos creas una suma ilógica
creativa que me despierta
las ideas.

Te vuelves azul
y opacas las demás operaciones
de los celestes nombres
que esperan por restarse del mundo,
por crear universos infinitos
parecidos a tu huida.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Alzheimer juvenil




Camino a través de la niebla floja de las 7 de la mañana levantada agriamente, sabiendo que es su hijo jueves quien hace unas horas volvió el rostro pálido y de mala suerte ante los incautos peatones, soñolientos fantasmas que de tanto hacer rutina se convierten en una nube más del blanco y avaro smog chiclayano.
Las magnolias movedizas del jardín que hace mi camino, me saludan inclinando la cabeza, mas no con respeto sino con una furtiva ancianidad que solo me hace recordar cuan lejana me siento de mi propia realidad, y por qué no, de mi sincera irrealidad.
Miro desde lejos la esquina que me espera como paradero improvisado e imagino en cada paso el irse de la combi que busco. Me empiezo a desesperar, pero sigo observando y no encuentro más que algunos mototaxistas madrugadores en busca de carreras que les salven la mañana.
La pista asfaltada se ve deliciosa, se me antoja aquella raya amarilla que, pintada perpendicular a mi, me invita a pisarla, a jugar rayuela con ella o talvez jugar a que sea el borde del abismo que tantas veces soñé bajo de mi, tan profundo y masculino.
Ahora puedo ver de lejos una combi blanca. La letra redonda que alcanzo distinguir apenas me sugiere la "B" que busco. Se acerca ás, más. Le hago una seña de alto. Llegó. No era "B", sino "D". "¿A dónde vas?" "No..no sé". Silencio casual y rotundo entre el cobrador y yo. La combi sigue su trayectoria y ya no sé cómo olvidé la dirección aproximada en ese momento. No fueron nervios ni fue que el amor se me vino de golpe, citando a Neruda. Fueron talvez los heraldos negros que nos manda la muerte. Vallejo, ahora no. Alzheimer juvenil, lo dije varias veces y a regañadientes. Este olvidar repentino y casi eclesiástico, diría yo, se esta volviendo el pan de cada día en mi desmemoriada rutina.
Por fin llega la combi que esperaba y subo rauda para encasillarme en aquel sitio unipersonal y pegado a la ventana, el más sobrio, solitrario y adorable. Sentada allí, me siento protegida y de propiedad mía. Es entonces cuando puedo porfin sumergirme en aquel yo tan extraño a menudo en el espejo, en los impacientes, esquizofrénicos e inútiles números de mi calendario personal.

Son las 2 de la tarde y es incontrastablemente patético el cambio de humor que me he mandado.
Me siento feliz, no dejo de cantar:

"Desde que vives en mi
la libertad es feliz

todo es eterno y fugaz

todo es en tiempo real.

Desde que canto de ti

solo quiero describir

lo que nos dio no esperar

lo que nos dio no empujar.

Y este amor correspondido

que ha llovido

crece sin juez
,
crece sin mar,

de una nuez nace un río de paz

que me entrega en ti..."

Quiero comerme al mundo con todo y zapatillas, digerirlo en mi barriga como flores y gusarapos tristes. Quiero embriagarme de trementina y del chis chis de las alas de los insectos. Quiero contar del 1 al 10 salteándome el 7, hacia atrás y volver a empezar.

...

10:00 pm: La gripe volvió y con ella mis ganas innatas de ser nadie. Este tipo de problemas solo los resuelfve una taza de café, ni siquiera un amigo, ni siquiera el eco recalcitrante de un "amor".
En momentos como este también se puede acudir a las enfermedades intermitentes personales. En mi caso, Alzheimer juvenil.

martes, 7 de agosto de 2007



Me alejo con pasos cortos y silenciosos del oscuro obelisco de la humanidad moderna, vuelvo la mirada y puedo ver como, ante las amenzas de los felices, me convierto en sal. Mis dedos, mi nariz se sienten tan únicos, tan libres en el trayecto de dejar de hacer para pasar a ser, a ser átomos de luz en cada partícula subdividida, un grano volando mientras un rayo de sol lo penetra y entonces un niño juega con él a ser astronauta. Mis intestinos y mis ojos también se dispersan en ese momento oscuro y rompen porfin su silencio maquiavélico, siento su libertad y la siento mía también a pesar de que ya soy con ellos, me abandonó mi propio ser y cada átomo ahora ajeno es un ente maravilloso que piensa y actúa por si mismo, y vuela y medita mientras comienza y se acaba a la vez. Ahora todo es celeste en una dimensión tan propia como yo misma, aunque aun pueda oir las voces alegres y humanas atrás, en la ciudad. Si me advirtieron de no voltear a mirar la alegría de los demás extraños fue talvez para no viajar ahora en este intenso voltear; voltear y mirar, y voltear otra vez, y dejar la sal que transcurra y se vuelva yo misma.


domingo, 5 de agosto de 2007

Ojalá - Silvio Rodriguez



Ojalá

(Silvio Rodríguez)


Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

(1969)

viernes, 3 de agosto de 2007

Ya me mordiste y ni siquiera sentí que me tocaste...





No buen Oblas, no acertaste, erraste completamente en tu fallo, en tu clásico y volátil juicio sobre la amistad. El soñar con un perro que me mordía la mano con amor, y que quería jugar conmigo, nunca me sugirió desconfianza ante una amistad tan sincera como la chaveta de un asaltante. Es más que triste, aburrido para mi aceptar que fue todo lo contrario: el perro quería morderme y llevarme a la muerte, no puedo contener el apuro de sus dientes, pero trató de manipular sus ancestrales tendencias a la fidelidad para engañarme, bailar sobre mi interrumpidísima y casi nula, pero inocencia al fin y al cabo. Pero...¿Dije casi nula? Realmente voy percatándome que para dejarme engañar hasta en los sueños, debo tener algo de tonta y confiada dentro de mi arraigada desconfianza.
Las intenciones del perro, de la perra, del gato y del pericote, no fueron las mejores, tampoco las peores, pero vaya que supieron hacer un pastel de tragedias. Ellos colmaron plenamente su hambre comiendo el pescadito y clavándome con dulzura y lentitud las espinas en el ombligo, en mi inicio, en lo único visible que asevera mi lado real, mi humanidad.
Entonces...¿Quién ganó? Diría que el hombre, la máquina, Adán, Eva, la serpiente, o talvez la misma manzana que contemplaba todo desde su fresco y antioxidante punto de vista. La manzana conservaba, esperaba, atendía con satisfacción en su razón de ser y en su vocación: ser comida. Nadie por lo tanto, podría reprocharle ser roja y deliciosa...ni siquiera la serpiente en toda su arrastrada vida se le ocurrió incluir en sus sugerencias alimenticias una manzana, y Eva, en su dietética vida jamás penso incluir en su régimen algo que fuera distinto a las leyes de la vida, al obedecer con pasión.
Moraleja patética: no confíes en nadie, así esté vestido de manzana...