sábado, 25 de abril de 2009

Foto

        Si acaso estuve triste, la alegría de Jet Li logró agitar en mi interior cierta paz que por el momento me mantuvo serena. Ya no puedo mirar más fotos, ni tomarlas, ni imaginar un cuento sobre el cuarto oscuro de un fotógrafo. Me siento como aquel anciano traumado y solitario que trabajaba en los revelados instantáneos, cuya puntual finalidad era congregar una familia de amor... amor... qué palabra tan melosa y asfixiante. Ya no puedo ver con los ojos de antes. El amor murió, si algún día existió. Me dan asco las canciones, las risas, la alegre bulla. Me dan asco los abrazos y los besos, y nuevamente las fotos. Se extingue un abominable hombre dentro de mi. Ese que me hacía ser fuerte pero torpe unas veces, agil y lerda en otras. En vez de amor, solo queda en el mundo muchos perfumes exóticos y cremas hidratantes para cultivar el espíritu.

martes, 14 de abril de 2009

El pelo

De doble hebra, quebradizo y de color oscuro. Definitivamente, era de una mujer. Talvez la mujer que deshilachó el pollo, talvez la hija de aquella. Arcadas profundas, temor de asco y temor de pensar en el asco. Preferimos caminar más despacio y contemplar los basurales con mirada paternal.