jueves, 13 de octubre de 2011

La gravedad



Esta sed que se me cae de los ojos
No es flor de un día:
La conozco.
Ni bien, ni mal, ni bien.

Qué desastre comerme un pan
que una pobre rata
ha despreciado
Qué desgracia llamarle lunes
A un martes
Y a un martes llamarle nada,
Quedarme muda.

Esta sed, que se me cae
por todos lados,
Se ha vuelto tras la colina,
un pozo.
Esta sed moribunda, despreciable
Esta sed saciada
Saciadisima
Esta sed que se volvió sueño
Jornada laboral, huelga, juerga
Qué desgracia llamarle hambre,
Llamarle sed
¡Qué
sedienta 
desgracia 
beber!