viernes, 10 de mayo de 2013

El gallo




Desde donde estoy puedo ver su cresta roja y moqueante, 
paralela al guano, 
al césped enguanado. 
El gallo se mueve con todo el paisaje. 
Si el gallo camina, caminan 
los árboles de eucalipto, 
las chozas, 
los enfermos caballos. 
Si el gallo canta se escucha 
también, y al unísono, 
un silbido, 
tal vez el único silbido del caserío, 
tal vez los unicos carrillos, 
los únicos labios, 
los únicos dientes, 
la lengua única. 
Cuando los hombres trabajan 
el campo el gallo 
inclina un ojo que bosteza, 
o que en el peor de los casos 
juzga. 
Y yo, desde mi quebradiza ventana, 
veo su cresta, 
desde mi huidizo puerto satelital 
olfateo su roja cresta, 
desde mi espacio de grito panadero, 
persigo la frondosa cresta 
de niebla roja 
que se pierde dentro de la tarde.




3 comentarios:

  1. You don't realize how much I need you (George Harrison)

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  2. Te estás perdiendo. Hermosas lineas, ahora es todo lo que se de ti, un abrazo.

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Gracias por comentar.