miércoles, 26 de enero de 2011

Un poema de Antonio Machado



Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
- la tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón".

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada".


3 comentarios:

  1. vine rastreando un texto que encontré en otro blog...
    habla sobre alguien que despierta en una sala con helechos, que se distorcionan los colores si mira hacia la derecha...
    etc...
    hermoso texto
    no lo encontré aquí.. o no busqué tan bien...

    hace muchoq no actualizas, veo
    saludos

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Gracias por comentar.