sábado, 1 de diciembre de 2012

II






Me converti en una loca satanica cuando vi por primera vez tu foto en television, en policiales. Hasta entonces yo tenia otro concepto de los rostros de los criminales, me los imaginaba lampiños, de mirada torpe y cabello malarreglado, pero jamas imaginé un rostro como el tuyo, válgame Dios qué caricatura de hombre, que perfil, que barba derramada en las mejillas, de hecho una barba que como cascada bañaba también cierta parte de tu cuello como un beso o un tatuaje de nacimiento. Que virtuosidad, además, para llevar un rostro así. Te pesaba la cara? Ahora entiendo como pudiste invlucrarte con tus víctimas, ellas/os pensaron que eras un tipo tranquilo y sin necesidades y, porque no, sin ninguna mala intención. Pensaron. ellas y ellos, que sólo buscabas atención, la atención común y corriente que busca cualquiera en un banco, en el supermercado. Pero lo más curioso es que ibas a prisión de por vida, por aquellos crimenes, y pese a ello sonreías como si tu madre hubiera vuelto a nacer o como si te despertaran en la mañana de tu cumpleaños con un desayuno fresco. Dime tú, quien sonríe sabiendose perdido totalmente?



Cuál era tu plan?






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