jueves, 9 de septiembre de 2010

una historia



Dijo que se llamaba
CASTRACIÖN
porque llevaba en los bolsillos nada más que
aire.
Era un pirata cojo de los que
jamás se mojan la barba
al pasar su nariz
por el fresco desayuno.
Era un eslabón perdido
en la oficina.
Dijo también algo sobre
dados y suerte,
y habló apasionadamente
sobre la música,
el amor
y la cocaína.
Se defendía con paciencia.
Se masturbaba como un ángel.
Olía los pies de los
vagabundos
celestes.


3 comentarios:

  1. me intriga el término "celeste" asociado a los 02 poemas que has escrito... me gusta más éste... el otro de "Fermina desaparecida"... de veras que no lo entendí jajajaja, creo que no logré viajar a esa dimensión en dónde agarraste el poema... pero me gusta... tiene ritmo...

    CASTRACIÓN?... para mi que debe tener un significado más allá... lo saborearé un poco más para poder masturbarme como un ángel jeje

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  2. sí!! te diste cuenta!

    realmente los poemas los recogo de algún lugar más.....no sé.. es como entrar en trance.. tú me entiendes verdad?

    Cuando terminé de escribirlo, me pregunté... Qué estás haciendo, Fermina?

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  3. vayaaa....
    tal perece que nos sucede lo mismo. escribimos desde la inconciencia. a mi me pasa eso, cuando salgo del trance y termino de escribir, recien alli me pregunto que fue lo que hize...

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Gracias por comentar.