Los ojos,
el cabello, el sueño, las miradas
El equívoco
parecer de una mano que ondea un pañuelo
con el de
otra que saluda
con el de
otra que limpia los infinitos vasos que sirven la
Vida.
Las hebras
del silencio me han transformado en una loca
que apunta
con una espada a la espalda
de los
asesinos.
El amor se
convierte ahora en una copa vacía
entonces me
disipo solitaria,
corriendo
sin dejar de transformarme
En
vida.
La noche es
un centauro ciego que me devora toda
que me
devora y escupe
Y en mis
ojos puede verse la palidez del dolor.
Quisiera
que tus pies, ahora, corran peregrinos y descalzos
hacia el
templo decadente,
infiel,
profano.
MANYA
ResponderBorrarxekea carlitox
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