lunes, 25 de noviembre de 2013

Lunes.


Estresada mal y con el infierno en la punta de la lengua. No encuentro soluciones por ningún lado y lo peor de todo es que mis amigos andan igual, por lo tanto no encuentro consuelo alguno en ellos. Me gustaría estar distraída, que todo me resbale como dice la gente, fresca como una lechuga, pero no, soy una paranóica del tiempo, de las miradas, de los deberes, de lo que se hace y tambien de lo que ni siquiera se intenta. Es evidente que tengo un gran problema, aparte de mi cara. 
He subido las escaleras hacia mi habitación pausadamente el día de hoy, y me he dado cuenta de que hay un enorme espejo que nunca antes vi. Y me he visto como un fantasma bastante triste pero en el fondo heróico. Me he percatado que tengo un ligero parecido con un personaje del cine terrorífico y eso me ha hecho reír subrepticiamente. No es tan malo en realidad, no es tan malo porque tal vez, en el futuro, firmarás la paz en una mesa con Arnold Schwarzenegger.

2 comentarios:

  1. Interesante post el tuyo, los amigos, aunque sea uno, siempre anda por ahí, están de esos que surgen de la nada y luego se van, y los que siempre han estado ahí. ¿Cómo no vas a percatarte de ese espejo? Alguien tuvo que ponerlo. Prefiero firmarla con Chuck Norris.

    Saludos.


    Marty Vargas.

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  2. que bonito espejo!!!

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Gracias por comentar.