- De qué hablas, Silvana?
- De eso, que me siento como un gran avestruz de cabeza chica, siento las plumas asfixiándome el tronco, robándome espacio.
- No entiendo, qué clase de conversación es esta?
- Y no debería robarme espacio porque este cuerpo me pertenece, pero siento que los caparazones de plumas pesan demasiado.
- Suficiente, me voy.
- Soy una ave, ave ave ave ave, avestruuuzzzz...
Se cierra la puerta.
- Tengo hambre.
OSTRICH
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