domingo, 23 de diciembre de 2012
Sierra distante
- Te he juntado un balde de agua, ve a bañarte.
Mis botas eran un charco de lodo y piedras, pequeño huayco caminando por toda la avenida principal de Magdalena, a la vez también carretera hacia Cajamarca. Llegué al viejo edificio y ni bien vi la fachada supe que él estaba ahí dentro.
Subi las escaleras, el corazón cargado de cianuro.
...
Entonces me dio sus llaves y fui a su cuarto.
Me di un baño con el agua helada del balde.
De pronto, el esperado sonido de la puerta.
La luz de la mañana vuelta añicos en mi vientre.
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